Si cuentas con un taller mecánico, seguramente una de las tareas más recurrentes es montar y desmontar neumáticos; sin embargo, puede resultar un proceso tardado, si no tienes el equipo adecuado. Para agilizar la tarea, lo mejor será que incluyas una desmontadora automática o semi automática, ya que además de ayudarte a facilitar el trabajo, permitirá que tengas un mayor cuidado de las llantas.
A continuación, mencionaremos algunas de las diferencias y ventajas que hay entre ambos modelos para que puedas elegir el que más se adapte a tus necesidades.
Desmontador automático:
Las desmontadoras automáticas son máquinas capaces de trabajar con llantas de hasta 30?, sobre todo si son muy rígidas o están rebajadas. Son ideales para motocicletas, automóviles o vehículos comerciales, aunque hay algunos de mayor capacidad para trabajar con rines de hasta 91 pulgadas.
Como parte de sus cualidades, estas desmontadoras incluyen un sistema capaz de realizar el proceso de desmontaje sin interferencia física del trabajador. Esto quiere decir que integran una espátula o brazo automático, herramientas de montaje giratorios, y bloqueo de rueda para garantizar la calidad del servicio y la seguridad de la llanta.
Una vez que el neumático se encuentra sobre la barra giratoria, el trabajador solo sirve de guía para que el proceso se vaya realizando sin daños a la llanta o al equipo.
¿Cuáles son sus ventajas?
Al no interferir en gran parte del procedimiento, los trabajadores permanecen a salvo de cualquier accidente. Además, como ya se mencionó, el esfuerzo físico se reduce casi al cien por ciento, ya que incluso algunos modelos incluyen elevadores para evitar cargar el neumático.
Asimismo, ofrecen control de velocidad para poder trabajar con neumáticos de mayor o menor rendimiento, disminuyendo los daños durante el montaje o desmontaje, y permitiendo que la mesa rotativa gire de acuerdo con las características de las llantas.
Por otra parte, están diseñadas con amortiguadores y poleas de equilibro, que las vuelven mucho más resistentes frente a neumáticos de mayor tamaño y peso.
Desmontador semiautomático.
A diferencia de la automática, la semi automática solo se puede utilizar para llantas de hasta 27”, y necesita de la manipulación del trabajador para poder funcionar. Para el despliegue, el trabajador tiene que forzar la entrada de la espátula entre el rin y la llanta, para posteriormente colocarla sobre la barra giratoria. Ahí debe corroborar que la llanta quede fija, para poder realizar el proceso de extracción del rin, y posteriormente el enllante.
El proceso de extracción requiere el uso de una palanca para liberar la llanta, mientras que para el enllante se necesita ejercer presión hasta que la rueda logre cubrir el rin.
¿Cuáles son los beneficios?
Con la desmontadora semi automática tendrás un mayor control de las acciones, ya que la manipulación suele darse por medio de pedales y botones. Además, al poder realizar algunas acciones manualmente, es posible tener mayor precisión.
Principales diferencias.
Como puedes ver, si bien los procesos de montaje y desmontaje son los mismos, las diferencias radican en la disminución de acciones. No obstante, cada una ofrece ventajas particulares, las cuales se deberán tomar en cuenta dependiendo de la demanda de trabajo y el tipo de automóviles con los que trabajes en tu taller.
Además, optar por integrar una desmontadora te ayudará optimizar procesos, permitiendo agilizar el servicio al cliente y eliminar errores o defectos durante las tareas. También contribuirá a tener trabajadores más eficientes, sin poner en riesgo su integridad física.
